colores

El (color) negro siempre me ha gustado, para todo, en todo, siempre. Me da alegría y no porque sea darkie (emo, si tuviera 14 años) pero a mí eso de "los colores brillantes dan alegría a la vida" no se me da. Más bien al contrario, nomás recordar aquellos pants verdes, pilares de mis días tristes, aquellas combinaciones del mentado pants verde-perico, playera morado-paleta-de-uva, trapo fucsia-con-flores-naranjas, que hoy recuerdo haber llevado un día a la universidad y haberme encontrado a una amigable compañera (que hoy encontré en el Fabebook y por eso me acordé) que no había visto en varios meses y me vio así llena de colores y me dijo: "que bonitos colores traes, te ves muy bien!!!" y yo dije: WTF, ay gracias, si estan bien bonitos verdad...

Pero no era así, ni me sentía colorida y feliz, ni que me veía bien. Esto viene al caso porque ayer me pinté el pelo (como por 10a vez en los últimos 2 meses) con un tinte del super, para-persona-normal y no de fantasía, mi tono es negro-azulado y lo amo sin control. Me siento tan cómodamente pálida, tan obscura de cabellera, tan normal pero no, tan yo misma y nada más.

Y no es que ande por la vida toda de negro, no, podría ser conocida por mis combinaciones poco ortodoxas de colores y texturas, pero ahora ya no tendré un vacío de negro, ahora las uñas bright orange se ven más lindas, el suéter verde-feo-que-amo es más conveniente, hasta empezaré a usar la boca roja, tal vez, solo tal vez.