Post tan atrasado que ya ni es lo que iba a ser

O de cómo no procesé correctamente los hechos en el tiempo preciso

Pues sí, así fue, en un acto de irresponsabilidad documental salí sin mi cámara al Centro para el reencuentro con Adriana y miss.mya luego de casi-un-año de no vernos las tres al mismo tiempo (casi-un-año porque septiembre-is-almost-christmas).

Nos encontramos con Miriam (o será Myriam??) que nos dijo "todos somos españoles porque los españoles vinieron aquí... no, yo no soy indígena porque ellos son de otro pueblo, yo soy americanista"

:O WTF OMG o lo que es lo mismo QUÉ!!!!!!!!????????

La identidad mestizo-mesoa-latin-americana-whoknows que tantos conflictos nos causa -por ejemplo a los antropólogos- quedó resuelta con mucha gracia por Miriam, que estuvo más de media hora hablando de temas varios mientras jugaba con el encendedor de miss.mya, ansias terribles mías porque se quemara la pequeña manos de "yo voy en tercero"años.

Luego se le unieron dos pequeñitos más que vendían cigarros, piratas y no piratas, el grande nos explicó cómo diferenciaba los buenos de los malos. Eran tan pequeños! y tan abusados.

Después llegó el jipi-caguamero-huelo-agrio al que mamonié sin pensarlo. Es que los "artesanos" buenaondagooooeeey me resultan un pain in the ass. El tipo no entendió que irse sería una mejor idea cuando le dije, muy polite: los "artesanos"-como-tú-me-dan-hueva-mejor-caile-hijo y se sacó un choro del cosmos y no se qué, nos hizo a cada una un anillo y creo que algo de pedir un deseo estaba incluido, claro, por esta "simpática" idea del cosmos y la artesanía-olor-agrio quería una moneda. Se indignó cuando le di a elegir: manoderecha o manoizquierda, la moneda que esté ahí es la tuya, le tocó $1.00 M/N jojo, y luego, pues que asco darle un besodedespedia, amigas: qué valientes son, yo, soy "una apretada" dijo el jipi.

Luego el mejor objeto-luminoso: una cabeza de pony que prendía y apagaba, miss.mya no puede resistirse a los vendedores del corredor turístico y la compró.

Todo esto, mientras cheleabamos en una de las mesas exteriores de la Cantina Gante, la cantina de la gente elegante

Díganme si no es casi un crimen no haber fotografiado al menos uno de estos sucesos. Y así pienso en hacerme documentalista?, así? así?... bueno eso aún no lo decidimos.


Despúes nos dirigimos a la fiesta hippie-swahili-funk-gitano-pulque a la que Sheba nos llevó a tantas mujercitas que creímos que: a) le darían comisión por cada persona que llevara a la fiesta; o b) nos iba a vender-regentear-pimpear (este hecho era claro por su uso de boina-blanca). Al fin no pasó ninguna de esas dos pero estuvo chistoso, curado, hacer pipí en un baño muy limpio, tomando en cuenta que era una fiesta-jipi, y con una tela-de-África-goey como puerta, comer esquites con chorizo de soya y queso de cabra gratis mientras oíamos alguna selección Putumayostyle.

Nos fuimos a lugares más consumistas: el Pasagüero donde Usha fue tan sospechosa por la portación de cantidades inexplicables de pastillas varias que nos tardamos en entrar. Adentro: Sheba y el trago naco-con-popote-en-vaso-de-plástico, que debería ser ilegal. Salimos pronto en dirección a la cantina La India, gran lugar, mucha tradición cantinera ahí, tenemos que ir de día, cuando haya botanas. Ahí nos encontramos con el Niño cieguito, qué miedo!! un niñodios pero sin ojos, que decía ahí que nos cuidaba y era santo y todo eso. Freak.

Y luego mi cansancio era mucho y al otro día tenía parto así que llamé a mis queridos taxis-seguros y recibí un servicio fancy, quisiera recordar el modelo del taxi, como aquel memorable Cruisier-negra-vidrios-polarizados que me cobró tan barato en un trayecto nocturno, pero el de esta ocasión era un modelo rojo muy bonito, manejaba lo que son las vestiduras de piel. (no crean que ando en taxi-seguro de millioner, pídanlo y les paso el número, son re baratos y amables)

Más adelante, la crónica de cómo di a luz septillizos, sus hermosas caras y la enorme ayuda de las hermanas Camacho en un Roma-japanish-diluvio.

Stay tuned...


PD: juro no volver a salir sin mi cámara