Así terminó la novela-de-las-nueve. Acabo de ver el precipitado final (como que duró pocos meses al aire, recordemos que las novelas-de-las-nueve suelen ser larguísimas). Acabó ayer que era viernes-de-carnes pero yo estaba en otros asuntos y bueno, we have internet baby!
Recordar aquel capítulo lleno de acción e intriga, emoción y suspenso, con héroe y todo (ver reseña aquí). Comparado con esa joya de la edición poco ortodoxa y los sucesos irreales, el capítulo final fue una serie de cortes seguidos de "meses después", "tres semanas después", "unos días después", con edición guanga, sobreactuaciones beyond telenovela style, resolución de conflictos tan "dramáticos" que resultaron ridículos. Ya ni siquiera fue gracioso. Come on people! de cuándo acá el joven-mamado-castaño (el malo) se convirtió en action man, disparando su cromada pistola mientras brinca, rueda en la playa y se recupera del semi-ahogo que joven-mamado-rubio (el protagonista) le causó segundos atrás. Lógica dudes!, apoco de verdad el amor-de-madre es tan grande e incondicional que una madre estaría dispuesta a ayudar a su hijo asesino a escapar del país luego de haber intentado matar más de una vez a su otro hijo, de haber secuestrado a la nuera, cojerse a una menor de edad, golpearla (a la menor y a la madre), golpear a todos, matar al padre del hijo de su hermana, codiciar la herencia del joven-mamado-rubio y la de joven-castaña-tonta (la protagonista) en varias ocasiones. Neta, expertos en literatura: en qué época eran los personajes tan polarizadamente buenos, o malos, o tontos o cegados a la realidad.
La protagonista, joven-castaña-dulce perdió la memoria por una sustancia que le inyectó el esposo de su madre, quien la había abandonado y ella, la joven-castaña-dulce creía muerta. Claro luego de haber sido secuestrada por un comando tipo AFI.
El joven-mamado-rubio estuvo "perdido durante meses" en la selva, y sobrevivió, junto a su fiel amigo el joven-mamado-rubio-enamorado-de-la-señora. Regresaron sanos, guapos y bellos.
La peluca de la mamá-protectora-buena-onda-(kinda tonta)-que-aún-puede-amar, gran muestra del trabajo de maquillaje y peinado en la escena trágica del capítulo final en la que sus dos hijos pelean revolcándose en la arena.
El revolcón del bueno y el malo, en el arena y luego en el mar, no estuvo mal, curioso que usen pantalón de vestir tan entallado y zapato tan picudo. Se veían bien con cara de malos, golpeándose sus angulosas caras con las camisas semiabiertas y empapados (the for women version of the girl mud fight?).
Qué onda con la boda de los protagonistas (por la iglesia, porque ya se habían casado por el civil dos veces). Me parece una cosa tan barata eso de poner a los mirones como "invitados", pero eso sí, detrás de unas vallas metálicas tipo concierto en el Zócalo, con harto flashazo porque in deed, people are lookin' a sus ídolos de la tele. Ficción y realidad, baratamente mal mezclados.
Y, oh my gosh!! come on! el ritual maya... con harto público, los mirones pues, no estuvo padre, pudieron haberlo hecho, ok, la historia "sucedió" en Mérida, rich people there hace eso en sus bodas. Pero por todos los santos y los demás!! por qué con público mirón?! Y con trajecitos mal cosidos onda barata del mercado de la Lagunilla.
Ninguna escena concluyó con fuerza su respectiva parte de la historia, fue como un boceto de un cierre. Quien haya dirigido esto, debería pensar en otra profesión, o neta, tomarse más de 5 minutos para armar su chamba.
Insisto en que si hubieran hecho esa misma irreal e incongruente historia en un ambiente medieval, todo hubiera sido más creíble y valeroso. Con mago en lugar del doctor-malo, con caballo blanco en lugar de helicóptero, espadas en lugar de pistolas llenas de arena, castillo en lugar de la mansión evidentemente en Santa Fe, doncellas con vestidos y peinados elaborados, paredes de piedra, curandero en lugar de doctor, odio injustificado, amor imposible, hechizos, brujas...
Cosa innegable, el joven-mamado-rubio-protagonista está muy sabroso, enjoy: 1, 2, 3, 4!, 5!!, 6 OMG!!! !!! WTF!!! you gotta look.
Recordar aquel capítulo lleno de acción e intriga, emoción y suspenso, con héroe y todo (ver reseña aquí). Comparado con esa joya de la edición poco ortodoxa y los sucesos irreales, el capítulo final fue una serie de cortes seguidos de "meses después", "tres semanas después", "unos días después", con edición guanga, sobreactuaciones beyond telenovela style, resolución de conflictos tan "dramáticos" que resultaron ridículos. Ya ni siquiera fue gracioso. Come on people! de cuándo acá el joven-mamado-castaño (el malo) se convirtió en action man, disparando su cromada pistola mientras brinca, rueda en la playa y se recupera del semi-ahogo que joven-mamado-rubio (el protagonista) le causó segundos atrás. Lógica dudes!, apoco de verdad el amor-de-madre es tan grande e incondicional que una madre estaría dispuesta a ayudar a su hijo asesino a escapar del país luego de haber intentado matar más de una vez a su otro hijo, de haber secuestrado a la nuera, cojerse a una menor de edad, golpearla (a la menor y a la madre), golpear a todos, matar al padre del hijo de su hermana, codiciar la herencia del joven-mamado-rubio y la de joven-castaña-tonta (la protagonista) en varias ocasiones. Neta, expertos en literatura: en qué época eran los personajes tan polarizadamente buenos, o malos, o tontos o cegados a la realidad.
Come on!! if you're contextualizing the fucking story in Mérida-2009 don't take us for a fool.
Algunos hechos incoherentes
La protagonista, joven-castaña-dulce perdió la memoria por una sustancia que le inyectó el esposo de su madre, quien la había abandonado y ella, la joven-castaña-dulce creía muerta. Claro luego de haber sido secuestrada por un comando tipo AFI.
El joven-mamado-rubio estuvo "perdido durante meses" en la selva, y sobrevivió, junto a su fiel amigo el joven-mamado-rubio-enamorado-de-la-señora. Regresaron sanos, guapos y bellos.
La peluca de la mamá-protectora-buena-onda-(kinda tonta)-que-aún-puede-amar, gran muestra del trabajo de maquillaje y peinado en la escena trágica del capítulo final en la que sus dos hijos pelean revolcándose en la arena.
El revolcón del bueno y el malo, en el arena y luego en el mar, no estuvo mal, curioso que usen pantalón de vestir tan entallado y zapato tan picudo. Se veían bien con cara de malos, golpeándose sus angulosas caras con las camisas semiabiertas y empapados (the for women version of the girl mud fight?).
Qué onda con la boda de los protagonistas (por la iglesia, porque ya se habían casado por el civil dos veces). Me parece una cosa tan barata eso de poner a los mirones como "invitados", pero eso sí, detrás de unas vallas metálicas tipo concierto en el Zócalo, con harto flashazo porque in deed, people are lookin' a sus ídolos de la tele. Ficción y realidad, baratamente mal mezclados.
Y, oh my gosh!! come on! el ritual maya... con harto público, los mirones pues, no estuvo padre, pudieron haberlo hecho, ok, la historia "sucedió" en Mérida, rich people there hace eso en sus bodas. Pero por todos los santos y los demás!! por qué con público mirón?! Y con trajecitos mal cosidos onda barata del mercado de la Lagunilla.
Ninguna escena concluyó con fuerza su respectiva parte de la historia, fue como un boceto de un cierre. Quien haya dirigido esto, debería pensar en otra profesión, o neta, tomarse más de 5 minutos para armar su chamba.
Insisto en que si hubieran hecho esa misma irreal e incongruente historia en un ambiente medieval, todo hubiera sido más creíble y valeroso. Con mago en lugar del doctor-malo, con caballo blanco en lugar de helicóptero, espadas en lugar de pistolas llenas de arena, castillo en lugar de la mansión evidentemente en Santa Fe, doncellas con vestidos y peinados elaborados, paredes de piedra, curandero en lugar de doctor, odio injustificado, amor imposible, hechizos, brujas...
Cosa innegable, el joven-mamado-rubio-protagonista está muy sabroso, enjoy: 1, 2, 3, 4!, 5!!, 6 OMG!!! !!! WTF!!! you gotta look.
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