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Friday, October 2, 2009

Mordidas

Ella me cuenta que ya se iba de la fiesta así que se fue a despedir de Él y que acabaron dándose unos besos. Nadie lo hubiera pensado, después de tantos años de conocerse y compadrear juntos fraternalmente. Él muy serio y amable, la agarró a mordidas. Literalmente.

Cuenta Ella que quedó sorprendida porque, then again, Él es muy serio y callado y reservado y tranquilo y, pues not your average wild/biter guy.

Aquí el testimonio:

Ella: pues me di unos besos con Él... pero pues me dejó una marca, que es más bien una muy fea mordida en el cuello, pero es que no sé cómo aparecieron un par de marcas en otro lado...o sea la del cuello sí, pero las otras dos... me dejó impactada. Tengo dos mordidas en el límite del escote de la playera, pero ayer llevaba el vestido ese que no es escotado, hoy tengo una blusa escotada normal y tengo dos mordidas en el límite del escote... he traído el cuello maquillado todo el día.


Ella dice que estuvo bueno y que lo disfrutó, a pesar de la fea-mordida-del-cuello*
"no debería dejar que esas cosas pasaran, porque sí me gusta la mordida, pero tengo la piel más mamona del universo, entonces de por sí, con cualquier cosa se pone morada, con un ataque rudo como ese, está negro!!!, ya se veía feo en la semi-oscuridad del lugar de la fiesta..."


La historia de Ella y Él nos deja varias sorpresas:

#1: Ella se dio unos besos con Él
#2: Ella quedó impresionada porque "Él nos salió más hábil de lo que pensábamos"
#3: Ella tiene una mordida en el cuello
#4: (le gana a la 1, 2 y 3) Ella tiene 2 mordidas 2 en el escote, que, recalquemos, no estaba al aire ese día

Cuenta la amiga de Ella que el amigo de Él (y de Ella) sólo veía al techo disimuladamente mientras ella, la amiga, mejor se fue a bailar un poco más porque Él y Ella estaban, ocupados. Luego de quiensabecuántotiempo, Ella tuvo que dejar a su wild-Él para ir en búsqueda del suéter que su amiga le había prestado y ya no encontraban, como no estaba en ningún lugar, Ella decidió que un suéter parecido era el indicado y al momento se lo regaló a su amiga.

Al día siguiente, Ella cargó el maquillaje-corrector en polvo todo el tiempo en el pantalón para retocar la mordida del cuello, las otras dos, las disimuló con una chalina.


*pedí documentación gráfica pero Ella dice que mañana que no haya moros en la costa fotografía sus mordidas imposibles, aunque Ella se niega a dejarme publicarlas...

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