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Thursday, April 7, 2011

Los batas blancas con y sin pantalón-zapato blanco

La importancia de ver. Edición post operatoria 2



Han pasado más de 5 meses desde la primera vez que fui al Hospital. Ayer fui a que el Dr. V me quitara los puntos de la primera cirugía y me di cuenta que ya me siento "como en casa". He visto a las mismas personas tantas veces que ya me resultan familiares. La incomodidad del principio se fue y ahora, incluso, disfruto estar ahí.

Los doctores (o médicos, como parece ser el término correcto) son muchos, la mayoría jóvenes y amables. Con sus particularidades, comparten ciertos "modos", caminan apurados pero tranquilos, hablan con los pacientes claramente. Todos de bata blanca sobre sus ropas, están en más de una cosa al mismo tiempo y pocas veces recorren los pasillos en parejas o en grupo. Están muy ocupados.

Hay otros personajes de bata blanca que caminan por el Hospital casi como si lo supieran todo, con altivez, como si fuera de ellos.  Estos personajes, a diferencia de los médicos, nunca olvidan su bata ni la actitud "rompe-madres". Usan pantalones y zapatos blancos, en sus caras se revela lo último de la adolescencia. Van en grupos grandes y pasan periodos considerables de tiempo en un solo lugar. Son los estudiantes de medicina.

Viéndolos hoy en la cafetería, con sus mochilas y sus pantalones blancos casi posando para la gloria, sentí ternura. De esa que es un poco de empatía con una ligera sonrisa y un movimiento de cabeza "diciendo no". Ese gesto que los adultos tienen para las juventudes, cuando no les desaprueban, esos adultos que son los tíos buena onda o los hermanos mayores.

Los estudiantes de medicina me recordaron un poco a mi temprana estudiante de antropología. Esos tiempos en que "teníamos preocupaciones" como cambiar el mundo académico, social, en general, aquí y ahora para siempre y seríamos todos, exitosos pensadores a sueldo con viáticos generosos y casas de campo en donde escribir nuestros libros. Cuando sabíamos, sin dudar, que no estábamos equivocados y que lo sabíamos todo. Esos primeros años de estudiante que se convierten en los últimos en los que te das cuenta que sabes menos y que seguramente estabas equivocado, pero de lo que se trata es de aprender (haciendo, creo yo), cuando sabes por cierto que los lugares de pensador a sueldo están ocupados y que tienes que hacer otra cosa, o esperar a que se desocupen los cubículos.Médi

El que no es observador confundirá a los estudiantes con los doctores y seguramente les llama "Doctor, dónde es blabla?" y ellos, inflan el ego vestido totalmente de blanco y responden con un poquito de prepotencia, esa que, al parecer, se les pierde entre guardia y develo en alguno de los muchos años que les falta para poder quitarse los zapatos y pantalones blancos y poder usar los del color que quieran.


1 comment:

  1. muy interesante tus aporte espero conocerte saludos

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